En torno a 13 millones de casas, muchas de ellas con más de medio siglo de antigüedad, carecen de elementos de protección importantes que pueden provocar incendios.
El sistema eléctrico fue el pasado año la segunda causa más frecuente de incendios en viviendas. Las subidas o bajadas de tensión y los cortocircuitos estuvieron detrás de estos siniestros, que acabaron con la vida de 13 personas. La primera causa de fuego en las casas fue el uso de braseros, estufas, chimeneas y otros aparatos productores de calor. Una treintena de personas murieron por intoxicación o inhalación de humos y gases tóxicos.
Fuente: El Pais